Mediante una implantación no convencional, la Casa 2 articula el total del programa cotidiano de la Vivienda en un solo nivel. A través de una operación elemental de suelo (a partir de la pendiente natural), dicho programa se sitúa 3 metros sobre el nivel de la calle y a nivel con el jardín de la casa, articulando ambos ámbitos de manera gradual y transitoria mediante operaciones de arquitectura.
Más que un aparcamiento, la explanada de 500 m2, permeable y transparente, se constituye en una plaza de acceso, parcialmente cubierta por el volumen del segundo nivel, y de cuidada vegetación y diseño. Este lugar regalado tensiona el recorrido hacia el patio central, abierto en el núcleo del volumen del segundo nivel, y manifiesto en la plaza mediante un espejo de agua. Este patio no sólo articular los tres niveles de la Casa sino que configura el acceso mediante la escalera.
A nivel de Programa, la propuesta es simple y clara: un recorrido perimetral al patio, articulado en torno a la salita, lugar de encuentro por definición reforzado por este carácter de circulación y estar al mismo tiempo, que admite el encuentro e intercambio.
Como en una narración, esta circulación va dando cuenta consecutiva del programa en absoluta igualdad de condiciones: dormitorios, recibos, cocina, y terrazas, logran así todas las relaciones programáticas sin interferencias. Se mantiene la escala de la vivienda en una planta rectangular de 500 m2 y de amplios espacios, con un nivel de control propio de proyectos más compactos y de autonomías propias de plantas más disgregadas.
El tercer nivel se configura por un estudio y una gran cubierta mirador que domina las vistas de la cordillera y la extensa vegetación circundante. Esta cubierta está relacionada con el nivel principal mediante una losa perforada que ilumina y da cuenta recíproca, anticipando el programa mediante estos elementos que permiten reconstruir el total.
Mediante su particular emplazamiento, la Casa relaciona y se adueña de tres grandes exteriores (Plaza, Jardín & Mirador) liberando exteriores por el mismo tamaño del lote original de 1,600 m2.
En una escala menor, la Casa se presenta de líneas simples y ortogonales, espacios netos, y un estudio riguroso en las perforaciones de paramentos. La mayoría de los detalles constructivos se da a nivel de obra gruesa, y refleja un especial cuidado en los encuentros, materiales y uniones para lograr la mínima cantidad de elementos posible.
Más que un aparcamiento, la explanada de 500 m2, permeable y transparente, se constituye en una plaza de acceso, parcialmente cubierta por el volumen del segundo nivel, y de cuidada vegetación y diseño. Este lugar regalado tensiona el recorrido hacia el patio central, abierto en el núcleo del volumen del segundo nivel, y manifiesto en la plaza mediante un espejo de agua. Este patio no sólo articular los tres niveles de la Casa sino que configura el acceso mediante la escalera.
A nivel de Programa, la propuesta es simple y clara: un recorrido perimetral al patio, articulado en torno a la salita, lugar de encuentro por definición reforzado por este carácter de circulación y estar al mismo tiempo, que admite el encuentro e intercambio.
Como en una narración, esta circulación va dando cuenta consecutiva del programa en absoluta igualdad de condiciones: dormitorios, recibos, cocina, y terrazas, logran así todas las relaciones programáticas sin interferencias. Se mantiene la escala de la vivienda en una planta rectangular de 500 m2 y de amplios espacios, con un nivel de control propio de proyectos más compactos y de autonomías propias de plantas más disgregadas.
El tercer nivel se configura por un estudio y una gran cubierta mirador que domina las vistas de la cordillera y la extensa vegetación circundante. Esta cubierta está relacionada con el nivel principal mediante una losa perforada que ilumina y da cuenta recíproca, anticipando el programa mediante estos elementos que permiten reconstruir el total.
Mediante su particular emplazamiento, la Casa relaciona y se adueña de tres grandes exteriores (Plaza, Jardín & Mirador) liberando exteriores por el mismo tamaño del lote original de 1,600 m2.
En una escala menor, la Casa se presenta de líneas simples y ortogonales, espacios netos, y un estudio riguroso en las perforaciones de paramentos. La mayoría de los detalles constructivos se da a nivel de obra gruesa, y refleja un especial cuidado en los encuentros, materiales y uniones para lograr la mínima cantidad de elementos posible.
VIA: http://www.plataformaarquitectura.cl/2008/10/16/casa-2-eduardo-berlin-razmilic/
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